La problemática de los incendios forestales ha sido comúnmente enfrentada con campañas y leyes que destacan los aspectos negativos del fuego (la “cara mala”), lo cual deriva en una mala reputación que impide reconocer la “cara buena” del fuego y, lo que es peor, propicia una mayor recurrencia de incendios con impactos negativos. En la actualidad se ha comenzado a reconocer el papel ecológico del fuego por lo que es necesario fortalecer la investigación y vincularla con acciones más integrales y efectivas de manejo del fuego.